Los mineros llegan hasta Cimanes de la Vega con la vista puesta, sin muchas expectativas, en la reunión de lunes con el Ministro de Industria
Madrugando y con la mente puesta en Madrid y lo que pasará después de que la Marcha del Carbón llegue a la capital ha comenzado la sétima etapa en Villamañán. Poco después de las siete de la mañana, los mineros han tratado de ganar horas al sol y antes de las doce del mediodía ya habían culminado los kilómetros programados.
Los ánimos siguen altos entre los mineros de camiseta verde del SOMA-FITAG-UGT, pese al cansancio que arrastran de las dos últimas etapas, duras por la distancia recorrida y el calor. Ánimos que no decaen tampoco aunque las noticias que llegan a la Marcha sobre las conversaciones en Madrid con los grupos parlamentarios no son del todo halagüeñas. Incluso la noticia de que el Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, se reunirá el lunes con las federaciones estatales de FITAG-UGT y CCOO ha sido recibida con reservas: ‘No es la primera reunión que termina sin avance alguno’, comentan. Conchi Alonso, del Pozu Carrio, asegura que ‘el resultado de la reunión con el grupo parlamentario PP no nos desanima, sino todo lo contrario, nos ayuda a caminar con más fuerza si cabe hacia Madrid’.
Las miradas están puestas ya un paso más allá del final de la Marcha. ‘Si no hay una solución, los que estamos aquí tenemos claro que con nuestra entrada en Madrid el día 11 no terminarán las reivindicaciones y las acciones complementarias a los encierros’, concreta.
Compañeros encerrados en los Pozos Candín y Santiago, en Asturias, y en el pozo de Santa Cruz del Sil, en León, en el Ayuntamiento de Cangas y en la Diputación de León. Y para que quede constancia de una forma aún más gráfica, el camión de apoyo del SOMA-FITAG-UGT que acompaña a la Marcha para su avituallamiento, lleva desde ayer en su parte trasera un gran cartel que reza. ‘Los compañeros de los pozos Candín y Santiago mantienen su lucha’, con un marcador de los días de encierro en estos dos pozos. Hoy van 32.
Los pueblos están cada vez más alejados unos de otros. Las rectas entre ellos son largas y el camino solitario. Los camiones saludan con el claxon y los mineros responden bastones en alto. Un coche pasa ondeando la bandera de Asturias por la ventanilla y algunos vecinos madrugadores salen a la carretera en los primeros pueblos a apoyar a los mineros o saludan desde los campos de cultivo.
‘Compañera, demuestra lo que valemos’, grita una mujer al paso de Ana, minera del Pozu María Luisa. ‘Tenéis que sacar lo que pedís’, dicen voz en grito los vecinos a la altura de Toral de los Guzmanes. En esta localidad, un grupo de personas ha acompañado a la Marcha del Carbón a lo largo de toda la travesía. Y en Algadafe, a donde los mineros llegaron antes de las nueve y media de la mañana e hicieron una parada de quince minutos para comer algo, esperaban algunos vecinos. María Carmen García dijo que solía levantarse tarde pero que había madrugado ‘para ver a los mineros’. Milio Fuentes, en bicicleta, ya había acompañado a los mineros un tramo antes y allí les entonó el Santa Bárbara Bendita.
La canción de la patrona de los mineros sonaba también mientras la Marcha entraba en el pueblo de destino, Cimanes de la Vega. Allí les esperaba alguna bandera de Asturias y la sombra de una piscina para reponer fuerzas de cara a la etapa de mañana.
