Una representación de la Comisión Ejecutiva del SOMA-FIA-UGT ha estado hoy en la Feria Internacional de Turismo de España (FITUR) para asistir a la presentación del Ecomuseo del Valle de Samuño, un proyecto turístico financiado con fondos mineros. La delegación del sindicato estuvo integrada por el secretario de Organización, José Luis Alperi Jove, y la […]
Una representación de la Comisión Ejecutiva del SOMA-FIA-UGT ha estado hoy en la Feria Internacional de Turismo de España (FITUR) para asistir a la presentación del Ecomuseo del Valle de Samuño, un proyecto turístico financiado con fondos mineros.
La delegación del sindicato estuvo integrada por el secretario de Organización, José Luis Alperi Jove, y la secretaria Regional, Concepción Alonso Fernández. La alcaldesa de Langreo, Esther Díaz, y el presidente de FEVE, Ángel Villalva, agradecieron públicamente «el trabajo y el apoyo sindical» para que la iniciativa fuera incluida en el capítulo de reactivación del Plan Nacional de Reserva Estratégica del Carbón 2006-2012 y Nuevo Modelo de Desarrollo Integral y Sostenible de las Comarcas Mineras.
El Ecomuseo contará con un recorrido en tren que partirá del Centro de Recepción de El Cadavíu, donde se habilitará un aparcamiento para vehículos. No obstante, la ruta puede iniciarse a pie desde la senda peatonal próxima a la Casa de La Buelga (Ciaño). Siguiendo el trazado del antiguo ferrocarril de Carbones de La Nueva, el tren circulará durante un kilómetro por un bosque de árboles autóctonos con numerosos vestigios industriales, como el túnel de La Trechora, que atravesarán, y sobre el que hay una antigua bocamina del mismo nombre.
A la altura del pozo Samuño comienza la segunda parta del recorrido, de casi un kilómetro, ya por el interior de una auténtica galería que llega hasta la primera planta del pozo San Luis, justo en la caña, a más de 30 metros de profundidad, donde los pasajeros saldrán al exterior a través de una jaula. Una vez fuera, podrán visitar el patrimonio industrial y arquitectónico del pozo San Luis, como la casa del máquinas y el castillete, que han sido declarados Bienes de Interés Cultural (BIC), así como otras estancias completamente rehabilitadas, como la lampistería, la casa de aseo o el taller mecánico.
