Un laudo estima la impugnación presentada por el SOMA-FITAG-UGT, conjuntamente con los tres trabajadores injustamente despedidos en Chocolates LACASA, y les considera elegibles y electores, retrotrayendo el proceso al momento de proclamación del censo definitivo.

Dicho laudo acuerda procedente incluir en el censo electoral a los trabajadores, y les permite participar en el proceso electoral pese a la actitud, difícilmente entendible, de la empresa.

Desde el SOMA-FITAG-UGT, mediante una reclamación al efecto, se solicitó explícitamente que se declarase nula la decisión de la Mesa de excluir del censo electoral a los tres trabajadores despedidos injustamente en Chocolates LACASA, por promover elecciones de sindicales en el centro de trabajo de Meres, y que pudieran ostentar la condición de elegibles y electores; pues bien, en un laudo a tal efecto que hemos conocido hoy, se estima la impugnación presentada por el SOMA-FITAG-UGT, y da la razón a los tres trabajadores, retrotrayendo todo el proceso al momento de proclamación del censo definitivo.

Cabe recordar que el pasado 26 de agosto, de forma sorpresiva, la dirección de Grupo Chocolates LACASA en Asturias decidió despedir a 3 trabajadores de la empresa, bajo diversos argumentos carentes de solvencia, cuando lo que realmente esconden estos despidos es que, los trabajadores afectados, estaban en el proceso de promover unas elecciones sindicales en su centro de trabajo. 

Durante este tiempo, se han sucedido numerosas muestras de Apoyo a los Trabajadores Despedidos del Grupo Chocolates LACASA, frente al comportamiento de una empresa que, en su momento, no le hizo ascos a recibir Fondos Mineros fruto de la lucha de trabajadores y territorios, pero que no permite unas elecciones sindicales libres, persiguiendo y despidiendo a trabajadores por el simple hecho de ejercer sus derechos constitucionalmente consolidados. 

Unos despidos de profesionales solventes que, además de una persecución sindical, es un ataque frontal a un derecho fundamental de los trabajadores como es poder defender sus intereses comunes, teniendo presencia y voz colectiva en la empresa, y que deja huecas las palabras del Grupo Chocolates LACASA cuando habla de “una cultura corporativa de diálogo con los representantes de los trabajadores”, ya que ni quiere dialogo, ni quiere negociación; simplemente quieren trabajadores sumisos, sin derechos, que no sean reivindicativos, y que no tengan posibilidades de acogerse a las medidas de igualdad y conciliación que las leyes establecidas en España permiten. 

Desde el SOMA-FITAG-UGT, no vamos a parar hasta que se restablezcan los derechos y se reincorporen estos trabajadores por lo seguiremos insistiendo y recurriendo a todos los recursos a nuestro alcance, la movilización, la presión, la vía judicial, a la denuncia del incumplimiento flagrante de la ley de igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres en el ámbito laboral; y a todas aquellas oportunidades de defendernos que nos ofrece la legislación española y los tribunales. 

Estos compañeras y compañeros no están solos, hay un sindicato de clase que los va a defender porque no es un ataque a ellos propiamente dicho, es un ataque a la acción sindical en las empresas que, de prosperar estas prácticas abusivas llegarán aponer en riesgo la concertación y el dialogo social.