Un paréntesis para rearmarse y volver a la lucha

El SOMA-FITAG-UGT advierte de que la intención del Gobierno es cerrar las minas y arrinconar a las comarcas mineras

Con franqueza y sin rodeos aunque la verdad sea dura. Así se mostró el secretario general del SOMA-FITAG-UGT tras la salida de los mineros encerrados en los pozos San Nicolás y Candín, al advertir de que la «actitud dictatorial» del actual Gobierno sitúa al sector del carbón al borde del cierre y condena a las comarcas mineras al arrinconamiento. José Ángel Fernández Villa no se anduvo por las ramas: «Las condiciones actuales son de cierre. El Gobierno del PP trata de confundir y de crear falsas expectativas con una voluntad de negociación que nunca ha existido, pero lo cierto es que no ha movido ni un ápice su posición y pretende liquidar la minería del carbón y relegar a las comarcas mineras. Decir lo contrario es dar la espalda a la realidad», sentenció.

La última Comisión de Seguimiento ha sido la reafirmación de que para el Ejecutivo de Mariano Rajoy el sector del carbón «tiene fecha de caducidad». El Ministerio de Industria anunció en la reunión que la convocatoria de ayudas al funcionamiento y el plan social están en marcha, sin embargo, el SOMA-FITAG-UGT ha criticado los retrasos en adoptar la decisión, pues las cuantías deberían estar abonadas desde hace meses y las prejubilaciones en la minería privada ya se tenían que haber realizado en enero. Además, el sindicato ha reprobado que el Gobierno instara primero a dialogar sobre el plan 2013-2018 y ahora se niegue alegando que es imposible hasta que se conozcan los próximos presupuestos.

El secretario general del SOMA-FITAG-UGT llamó a la reflexión de los trabajadores con una serie de interrogantes: ¿Hasta cuándo habrá empresa? ¿En qué condiciones saldrán los excedentes? ¿Qué pasará con aquellos que no agoten su vida laboral en 2018? Huyendo del falso optimismo no se mordió la lengua a la hora de reconocer que «si antes el futuro estaba negro, ahora lo está más», ya que la posición del Gobierno es la de llevar a un «cierre ordenado y definitivo del sector». Auguró que si la postura gubernamental no varía, en los próximos meses asistiremos al cierre de explotaciones y que los primeros en pagar las consecuencias serán los trabajadores de las subcontratas. También alertó de que Hunosa «podría ir al cierre por sí misma de no corregir los desequilibrios de plantilla».

Para Fernández Villa, la situación en la que nos encontramos «es un problema de la política de un Gobierno extremadamente conservador que quiere arrebatar derechos y conquistas históricas de la clase obrera». Tampoco olvidó las consecuencias de los recortes en sanidad, educación, pensiones, dependencia… Por ello, emplazó a la izquierda política a «desarrollar una oposición más firme y contundente, a marcar el paso de las alternativas ante un eventual cambio de gobierno de un Ejecutivo que ya no sigue sus propias directrices, sino las que marca la Sra. Merkel desde Alemania». El secretario general del SOMA-FITAG-UGT aseguró que la única manera de poner freno a esta situación es por la vía democrática, pero no ocultó su temor a posibles reacciones anárquicas, que rechaza.

El secretario general del SOMA-FITAG-UGT también hizo un llamamiento a recuperar los valores del sindicalismo de clase y a no renunciar a sus formas de lucha. Dejó claro que el movimiento obrero y los propios trabajadores deben permanecer unidos y explicó que la unidad de acción sindical ha sido un valor fundamental para avanzar en las mejoras económicas y sociales de los trabajadores en las últimas décadas. «Qué más da el color de unas camisetas a la hora de defender nuestros derechos como trabajadores y ciudadanos», se preguntó. En este sentido, abogó por «recuperar el espíritu de Barredo» con una unidad de acción sindical «cimentada en la lealtad y la honestidad, capaz de aparcar las diferencias por el bien de los trabajadores». Así, narró el papel fundamental que esa unidad jugó en la «embestida» que sufrió el sector a principios de los años 90, con un planteamiento de cierre de la empresa pública. «Sin esa unidad de acción ya se habría producido hace tiempo el cierre del sector minero y de Hunosa y ni tan siquiera se hubiera iniciado el proceso de diversificación empresarial ni la política de reactivación territorial».

José Ángel Fernández Villa animó a los trabajadores y a sus familias a «recuperar fuerzas y «coger aliento para la próxima batalla». Como colofón a un discurso que arrancó varias veces los aplausos de quienes escuchaban, el secretario general del SOMA-FITAG-UGT llamó a despertar la conciencia y el compromiso en los jóvenes «para defendernos de quienes nos han llevado a esta crisis y nos están golpeando para desgastarnos». También hizo un llamamiento a la participación de los prejubilados del sector, «viejos luchadores, que tienen la obligación moral y ética de luchar por los que quedan». Animó a «no permanecer en la pasividad ante semejantes agresiones» y confío en una participación más activa de las fuerzas políticas y de los ciudadanos en una guerra que aún no ha terminado.

En una línea similar, el secretario general de FITAG-UGT estatal, Antonio Deusa, que se desplazó desde Madrid junto a otros representantes de la dirección federal del sindicato para apoyar a los compañeros en su salida del encierro, avisó de que, aunque los trabajadores se reincorporan a sus puestos de trabajo, no habrá «normalidad» hasta que el Gobierno garantice que en 2012 no se cierra ningún pozo. «Quien crea que esto es una entrega del sector a los intereses del Gobierno se equivoca. Esto es tan solo un punto y seguido: echamos un paso atrás para coger impulso y seguir luchando por el mantenimiento del sector, del empleo y de las comarcas mineras».