El camino hacia la igualdad

Un siglo después de la proclamación del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, la incansable lucha por la participación femenina en la sociedad ha hecho posibles importantes avances; pero aún hoy, en pleno siglo XXI, la igualdad efectiva de la mujer sigue siendo una meta a alcanzar. Por eso, ante la conmemoración [...]

Un siglo después de la proclamación del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, la incansable lucha por la participación femenina en la sociedad ha hecho posibles importantes avances; pero aún hoy, en pleno siglo XXI, la igualdad efectiva de la mujer sigue siendo una meta a alcanzar. Por eso, ante la conmemoración de esta efeméride, el SOMA-FIA-UGT quiere reiterar su defensa de la integración de las mujeres en el mercado laboral con plenos derechos, tanto salariales como profesionales, y reclamar mayores avances en políticas de conciliación.

El compromiso de esta organización por la equiparación de derechos ha sido palpable a lo largo de la historia. Sirva como ejemplo el apoyo de este sindicato a la lucha emprendida por las mujeres que en la década de los 80 quisieron acceder a un trabajo en la mina, que ha sentado jurisprudencia y se ha convertido en todo un símbolo en ese camino hacia la igualdad. Los esfuerzos de entonces han quitado muchas piedras en el camino a las mujeres que hoy desean acceder a un puesto en el sector minero, y especialmente al trabajo en el interior de los pozos.

No obstante, todavía queda un largo trecho por recorrer, ya que las mujeres siguen teniendo más dificultades desde el punto de vista laboral en todos los sectores de actividad. El elevado nivel de formación que las mujeres tienen actualmente (el 59% de los titulados universitarios en España son mujeres) no se ve reflejado ni en mayores ni en mejores oportunidades laborales. Los datos así lo corroboran en el conjunto del país y en Asturias, donde el 52% del desempleo lo sufren las mujeres y el 55% de los contratos temporales y el 72% de los de tiempo parcial son femeninos.

La realidad demuestra que a las mujeres se las contrata menos y de forma más precaria, sufren fuertes desigualdades salariales y el peso de las cargas familiares y domésticas sigue recayendo mayoritariamente sobre ellas… Deben tomarse decisiones para evitar que la actual crisis económica global ahonde en esas desigualdades y avanzar en políticas de conciliación con más nivel de corresponsabilidad.

Noticias relacionadas