Homenaje mutuo de dos marchas de la minería separadas por 19 años

La Marcha del Carbón recibe el apoyo de un grupo de mineros que participaron en la caminata a Madrid de 1992

Con Madrid como destino, 19 años separan la Marcha Negra de 1992 y la Marcha del Carbón que hoy recorrió su sexta etapa. Casi dos décadas de diferencia y similares sentimientos de lucha y compañerismo, de defensa de la minería y compromiso con los territorios mineros. Dos marchas que hoy se rindieron mutuo reconocimiento y homenaje.

Los mineros que caminaron hacia Madrid en el 92 hicieron pasillo a la salida de León a los de la actual Marcha. Al final del trayecto, en la entrada a Villamañán (la etapa terminó en esta localidad en lugar de en Villalobar por motivos de logística), el cumplido fue devuelto con un pasillo similar en el que participaron los mineros de camisetas verdes del SOMA-FITAG-UGT. Hubo momentos para el recuerdo y el encuentro. Entre los mineros que acudieron a apoyar estaba el leonés Óscar Fernández Gatón, que lleva 32 años de trabajo en la mina y que se acercó a saludar a José Ángel Fernández Villa, secretario general del SOMA-FITAG-UGT, del que su padre, de 81 años, le había hablado muchas veces puesto que habían compartido luchas sindicales hace tiempo. ‘A mi padre le va a agradar mucho cuando se lo cuente’, explicó.

Una etapa dura de 38 kilómetros. Aproximadamente, los mismos grados que los mineros culminaron cansados, algunos con nuevas heridas en los pies. Pepe Barreiro, de Tineo, completó la caminata sin problema después de que la dureza del trayecto del día anterior entre La Robla y León le hubiera pasado factura y proporcionado un susto que lo llevó al hospital, donde tuvieron que ponerle un par de bolsas de suero. Hoy caminó como los demás.Una etapa más solitaria que las anteriores, por carreteras menos pobladas. Casi todos los apoyos han venido de los trabajadores de los polígonos industriales que han salido a la calzada a animar a los mineros. Y de la Policía Nacional y la Local de León, que escoltaron a los mineros hasta fuera del casco urbano de la ciudad y que, a modo despedida, se alejaron con los rotativos y las sirenas en funcionamiento.

Y para terminar, una recta final de varios kilómetros que casi acaba con las fuerzas de los caminantes. ‘En las próximas etapas encontraremos más de una así y más largas, nos tenemos que acostumbrar, pero parecía que no se acababa nunca’, comentaban los mineros al terminar.

La Marcha del Carbón también es futbolera, muchos aprovecharon para ver el partido de España-Portugal antes de descansar. Mañana les esperan de nuevo unos cuantos kilómetros hasta Cimanes de la Vega.

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