Una vez superada la que, según el argot ciclista, consideraríamos la ‘etapa reina’ con ilusión y con la mirada firme hacia delante, a cada paso que vamos dando, comprobamos que cada vez son más firmes las convicciones que nos han llevado a iniciar esta marcha como una acción complementaria a las que venimos realizando en […]
Una vez superada la que, según el argot ciclista, consideraríamos la ‘etapa reina’ con ilusión y con la mirada firme hacia delante, a cada paso que vamos dando, comprobamos que cada vez son más firmes las convicciones que nos han llevado a iniciar esta marcha como una acción complementaria a las que venimos realizando en las comarcas mineras.
En la emotiva salida de la primera jornada frente al Pozo Barredo, con la significación histórica que este lugar encierra, junto al Monumento al Minero que recuerda a los fallecidos en accidente de mina, vivimos momentos de gran carga humana y emocional, que se repitieron en las diferentes poblaciones por las que transcurre la marcha gracias a sus ciudadanos. Destacar, por ejemplo, las espontáneas muestras de nuestros mayores de los geriátricos, ellos nos aportan mucha fuerza para seguir avanzando a la búsqueda de los compañeros de León y Teruel, junto a los que llegaremos hasta la llegada a Madrid. Explosiones gratuitas de solidaridad hemos vivido también con la gente que nos ofrece bolsas de comida, o con la bolsas con comida, así con aquellos que a nuestro paso y desde sus vehículos nos han dado dinero.
No podemos dejar de reseñar en la etapa del Pajares el comportamiento injustificado de la Guardia Civil, ya que hemos tenido que realizar el recorrido sin ningún control de tráfico, ¿qué ocurría de haberse producido un accidente en esas circunstancias? Las responsabilidades de lo que podría haber ocurrido se habrían imputado a los componentes de la marcha.
En este caminar firme y en las conversaciones que vamos compartiendo entre compañeros del SOMA-FITAG-UGT durante el trayecto, están presentes nuestro recuerdo, como nos consta que el de ellos está también con nosotros desde 600 metros de profundidad, cuando se cumplen 28 días de encierros en los pozos Santiago y Candín. Y aunque es dura la marcha que hemos iniciado, lo es menos que la acción que llevan a cabo los compañeros desde estos dos pozos, desde Mina Santa Cruz y desde el Ayuntamiento de Cangas.
La marcha avanza y seguimos manteniendo el llamamiento a la solidaridad, a las concentraciones y a las movilizaciones sostenidas en las comarcas mineras, porque el Gobierno y la empresa pública HUNOSA, en sus declaraciones, no nos lo quieren poner fácil, cuando por nuestra parte reiteramos nuestro ofrecimiento al diálogo y deben ser ellos los que establezcan los mecanismos formales para que nos sentemos a dialogar.
